lunes, 2 de octubre de 2017

Mitología moderna y una extensión de la intimidad: Selva Naranja


A través de las redes sociales somos invitados de manera diaria a la intimidad de los otros. Conocemos acerca de sus relaciones y  somos partícipes silenciosos de esas realidades devenidas en ficciones, o viceversa. El teatro de cámara, como propone la compañía teatral, nos permite pensar el arte escénico como una extensión de esta especie de voyeurismo. “Selva Naranja” nos invita a formar parte de un grupo reducido de espectadores, y desarrollar así, la cercanía con los actores.


Los sábados a la noche en el barrio de Almagro, se enciende la historia de un reencuentro amoroso en un monoambiente. Las sillas rodean la cama principal en la que se desarrolla gran parte de la obra. El resto de los espacios quedan prácticamente reservados para  sus protagonistas: Lucía y Eugenio. Se trata de dos viejos amantes que se vuelven a reunir después de diez años. Lucía (interpretada por  Clarisa Balcarce), es quien propone la cita, y evoca las características de la femme fatale; sin perder su vulnerabilidad ni sufrir un castigo ante el desvío de la conducta esperada. Eugenio (Santiago Fondevila), por su parte, es un hombre en apariencia superficial, y a pesar de la falta de compromiso que denotan sus gestos esquivos, se encuentra embelesado por el comportamiento excéntrico de la ex pareja.


La historia del reencuentro en “Selva Naranja” evoca a Agamenón, la primera obra de la trilogía de la Orestíada; escrita por Esquilo y representada originalmente en las fiestas Dionisias de Atenas. La historia narra la venganza de Clitemnestra hacia su marido Agamenón. El director y dramaturgo, A Federico Picasso, decide incorporar el motivo de esa obra de un modo contemporáneo, y destacar allí, un lenguaje propio: transitando desde la ironía y el humor, hasta la profundidad y sensibilidad que ambos personajes intentan controlar.


Desde la particularidad del monoambiente y lejos de sentirnos intimidados, logramos, por momentos, ser participantes externos y ajenos; y en algunos otros, receptores directos de los actores: podemos ser Lucía o Eugenio, según la perspectiva del lugar que hayamos escogido.  La escenografía juega con las tonalidades naranjas y la mitología griega: cuadros, libros y frazadas del color del fuego.


Otra singularidad de la obra reside en el modo en que ambos personajes se comunican entre sí: manifiestan sus sentimientos a través de la cadencia del verso y  la composición musical,  acompañada por una guitarra.


“Selva Naranja” combina la tradición de la tragedia teatral con la innovación del libreto y el espacio escénico. Nos devuelve las representaciones mitológicas de lo femenino y las expone atravesadas por el imaginario actual. Nos permite preguntarnos acerca de la existencia real de un cambio en estos verosímiles; y también, nos recuerda a nuestros amores vehementes.




*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb MR Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales


Ficha técnico artística
Dramaturgia y Dirección: Federico Picasso
Actúan: Clarisa Balcarce, Santiago Fondevila, Nadia Gómez
Vestuario y Escenografía: Compañía Teatral Rey Muerto
Peinados y maquillaje: Solange Gamarra
Diseño de luces: Santiago Fondevila, Federico Picasso
Asistencia de dirección: Azul Carrasco
Prensa:Mariana S. Lopez
Productor asociado: Gabriela Stefani
Producción: Adriana Casas
Música: Federico Picasso, Hernán Puga Molina, Marcelo Tulejko Ubal y Juan Diego Arano



Sábados 21 hs.

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